El año se acaba y este es un buen momento para hacer una gran purga de nuestro entorno. Es importante empezar el año con nuestro hogar libre de objetos innecesarios que no utilizamos, pero que están en nuestro entorno, ocupando espacio y gastando energía.
Seguro que muchos de los objetos que te voy a detallar, ni tan siquiera eres consciente que los tienes, y que ya no te sirven, pero ahí continúan, día tras día, año tras año, pues ha llegado el momento de decirles adiós.
Por ello, te propongo que dediques unas horas a la GRAN PURGA de fin de año, 60 objetos que seguro tienes y puedes tirar.
¿Preparado? Empecemos:
- Colgadores de alambre y perchas de plástico que han perdido su forma.
- Bolsas de plástico de la tintorería acumuladas en los armarios.
- Cualquier prenda de vestir: manchada, deformada o rota.
- Calcetines huérfanos.
- Bolígrafos que no pintan.
- Medicinas caducadas. Recuerda que hay que llevarlas a los contenedores de reciclaje de la farmacia.
- Cosméticos secos, caducados o muestras que nunca utilizarás.
- Libros y apuntes de cuando estudiaste. ⠀
- Alimentos que viven eternamente en el congelador.⠀
- Tazas, platos, cubiertos, … incompletos.⠀
- Objetos duplicados de la cocina: no necesitas 8 espátulas ó 4 abrelatas.⠀
- Licuadora, yogurtera, máquina para hacer el pan … OCNI (objetos culinarios no identificados).
- Velas a medio usar, olvidadas en algún armario.
- Cintas VHS o DVD … para ver con que reproductor???⠀
- Cargadores de objetos que ya no dispones.
- Papel de regalo usado.
- Manuales de instrucciones. En internet se encuentran todos.
- Tuppers amarillentos, sin tapa y los que no se cierran.
- Revistas viejas o periódicos antiguos.⠀
- Llaves ¿de qué reino?⠀
- Correo basura.
- Joyas rotas o feas.
- Calendarios Antiguos.
- Botellas de perfume casi vacías.
- Juguetes o juegos obsoletos.
- Cajas vacías: de electrónica, de pequeños electrodomésticos o de zapatos.
- Pintura sin usar.
- Ropa para niños que ya no les va.
- Exceso de bolsas de compras.
- Adornos navideños anticuados.
- Portátiles y moviles que ya no utilizas.
- Mantas antiguas.
- Botones.
- Especias caducadas o que no utilizas.
- Productos de limpieza que no te gustan.
- Trapos de cocina rotos.
- Viejos trofeos o recuerdos que ya no valoras.
- Regalos que nunca te gustaron.
- Medias con carreras.
- El desorden en el fondo de tu bolso.
- Recibos innecesarios.
- Radiografías.
- Informes médicos.
- Ropa interior en mal estado.
- Decoración de tu casa que ya no te gusta.
- Libros que nunca has leído y que nunca leerás.
- La botella de Anís del mono. Creo que el mono agradecerá su jubilación, después de 30 años en el armario.⠀
- Exceso de toallas de baño.
- Macetas sin planta y sin perspectiva de tenerla.
- Tinta de una impresora que ya no tienes.
- Monedas de países donde no volverás.
- Relojes desde la adolescencia.
- Botellas y botes vacíos en la cocina.
- Esponjas, que consiguen hacerte un peeling en todo el cuerpo con sólo mirarlas.
- Cuchillos y tijeras que ya no cortan, o al afilador o a reciclar.
- Tablas de cortar con más surcos que un campo recién labrado.
- Material de escritorio obsoleto.
- Camisetas de publicidad.
- Zapatos que te duelen, no te gustan o no te pones.
- 101, no son los dálmatas son las bayetas que tenemos.
Y podría continuar …⠀
Revisa periódicamente tu entorno y despréndete de lo que no tiene cabida en tu vida.⠀
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